¿Qué sucede cuando cesa el flujo sanguíneo al cerebro durante 5 segundos?

Cuando el flujo sanguíneo cesa al cerebro durante 5 segundos, puede provocar un ataque isquémico transitorio (AIT) o un mini accidente cerebrovascular. Esto es lo que sucede durante esta interrupción temporal del flujo sanguíneo al cerebro:

1. Pérdida del conocimiento: A los pocos segundos de que cese el flujo sanguíneo, el cerebro comienza a perder su función, lo que provoca pérdida del conocimiento o síncope.

2. Disfunción neuronal: La falta de suministro de oxígeno y glucosa a las células cerebrales (neuronas) provoca su mal funcionamiento. Esto puede alterar diversas funciones neurológicas, como el habla, el movimiento y las capacidades cognitivas.

3. Déficits Neurológicos Temporales: Los AIT suelen provocar déficits neurológicos temporales que pueden durar unos minutos u horas antes de resolverse. Estos déficits pueden incluir:

- Debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo (hemiparesia)

- Dificultad para hablar o comprender el habla (disfasia)

- Visión borrosa o pérdida de visión en un ojo (pérdida de visión monocular)

- Mareos o pérdida del equilibrio (vértigo)

- Confusión o deterioro de la memoria.

4. Recuperación: Los AIT generalmente se resuelven espontáneamente en unos pocos minutos u horas a medida que se restablece el flujo sanguíneo al cerebro. Sin embargo, sirven como señales de advertencia que indican un mayor riesgo de futuros accidentes cerebrovasculares o accidentes cerebrovasculares (ACV) importantes en el futuro.

5. Riesgo de accidente cerebrovascular: Las personas que sufren AIT tienen un riesgo significativamente mayor de sufrir un accidente cerebrovascular importante en el futuro. El riesgo es mayor en los primeros días o semanas después de un AIT. Por lo tanto, es importante buscar atención médica inmediata si experimenta algún síntoma de AIT para evaluar su riesgo y recibir el tratamiento preventivo adecuado.

6. Causas: Los AIT suelen ser causados ​​por obstrucciones temporales en las arterias que suministran sangre al cerebro. Estos bloqueos pueden deberse a coágulos sanguíneos (trombos), depósitos de grasa (aterosclerosis) o émbolos (partículas que viajan por el torrente sanguíneo). Ciertas afecciones médicas subyacentes, como la fibrilación auricular, la presión arterial alta, el colesterol alto, la diabetes y el tabaquismo, aumentan el riesgo de sufrir AIT y accidentes cerebrovasculares.

Si sospecha que alguien está sufriendo un AIT o un derrame cerebral, es fundamental que solicite asistencia médica de emergencia de inmediato. El diagnóstico y el tratamiento tempranos pueden mejorar significativamente los resultados y reducir el riesgo de daño cerebral permanente o accidente cerebrovascular grave.