Los calambres de implantación a veces pueden parecer similares a los calambres que ocurren durante el inicio de un período. Esto se debe a que tanto la implantación como el inicio de la regla implican cambios en el útero. Sin embargo, los calambres de implantación suelen ser más leves y localizados que los calambres menstruales y, por lo general, no duran tanto. Además, los calambres de implantación pueden ir acompañados de otros síntomas, como manchado, náuseas y fatiga, que normalmente no se asocian con la aparición de un período.