La estimulación del pezón puede producir sensaciones placenteras en algunas personas. La sensibilidad del pezón puede variar de persona a persona y diferentes personas pueden tener diferentes experiencias cuando se tocan o estimulan sus pezones. Es importante priorizar el consentimiento y la comunicación abierta con cualquier pareja sexual y recordar que las preferencias y respuestas de las personas a la intimidad física pueden variar mucho.