Remisión de la EM:cómo llegar allí

Lograr la remisión de la esclerosis múltiple (EM) es un objetivo para muchas personas que viven con esta afección. La remisión se refiere a un período en el que los síntomas de la EM son mínimos o están ausentes y no hay evidencia de actividad de la enfermedad. Si bien la remisión no es una cura, puede mejorar significativamente la calidad de vida y reducir el impacto de la EM en el funcionamiento diario. A continuación se presentan algunas estrategias que pueden ayudarle a avanzar hacia la remisión de la EM:

1. Terapias modificadoras de la enfermedad (TME): Los DMT son medicamentos que pueden retardar la progresión de la EM y reducir la frecuencia y gravedad de las recaídas. Tomar DMT según lo prescrito es crucial para lograr la remisión.

2. Modificaciones en el estilo de vida: Ciertos cambios en el estilo de vida pueden afectar positivamente los síntomas de la EM y la salud en general, contribuyendo potencialmente a la remisión. Estos incluyen:

- Ejercicio regular:la actividad física puede mejorar los niveles de energía, reducir la fatiga, mejorar el estado de ánimo y potencialmente retardar la progresión de la enfermedad.

- Dieta saludable:llevar una dieta bien equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras, puede favorecer la salud y el bienestar general. Algunas personas descubren que ciertas modificaciones dietéticas, como la reducción de grasas saturadas y azúcares refinados, también pueden beneficiar sus síntomas de EM.

- Manejo del estrés:el estrés crónico puede exacerbar los síntomas de la EM. Técnicas como el yoga, la meditación, los ejercicios de respiración profunda y pasar tiempo en la naturaleza pueden ayudar a controlar el estrés y promover la relajación.

- Sueño adecuado:Dormir lo suficiente y de calidad es importante para la salud general y puede ayudar a controlar los síntomas de la EM.

3. Manejo de síntomas: Manejar los síntomas de la EM de manera efectiva puede mejorar la calidad de vida y potencialmente contribuir a la remisión. Esto puede implicar:

- Abordar la fatiga con estrategias como marcar el ritmo de las actividades, gestionar el estrés y garantizar un sueño adecuado.

- Tratar el dolor con medicamentos adecuados y abordajes no farmacológicos, como fisioterapia, masajes, acupuntura y técnicas de relajación.

- Manejar las dificultades cognitivas con rehabilitación cognitiva, ayudas a la memoria y estrategias para compensar los deterioros cognitivos.

4. Cuidados de apoyo: Tener un sistema de apoyo sólido puede marcar una diferencia significativa en el manejo de la EM y lograr la remisión. Esto incluye:

- Apoyo emocional de familiares, amigos, grupos de apoyo o un terapeuta.

- Asistencia práctica con las actividades diarias, como preparación de comidas, transporte o tareas del hogar.

- Acceso a profesionales de la salud que tengan conocimientos sobre la EM y puedan brindar una atención integral.

5. Monitoreo de la actividad de la enfermedad: El monitoreo regular de la actividad de la enfermedad de EM, a través de evaluaciones clínicas, exploraciones por resonancia magnética (MRI) y otras pruebas, puede ayudar a identificar signos tempranos de progresión de la enfermedad y ajustar las estrategias de tratamiento en consecuencia.

6. Paciencia y perseverancia: Lograr la remisión de la EM puede requerir tiempo y esfuerzo, y puede haber contratiempos en el camino. Es importante ser paciente y persistente con su plan de tratamiento y modificaciones de estilo de vida.

Recuerde, es posible que la remisión de la EM no sea posible para todos y las experiencias individuales pueden variar. Es esencial trabajar en estrecha colaboración con su equipo de atención médica para desarrollar un plan de tratamiento personalizado que aborde sus necesidades y objetivos específicos.