¿Cómo se limpia el piercing del ombligo?
Qué necesitarás:
- jabón suave
- agua tibia
- hisopo de algodón
- solución salina estéril (opcional)
1. Lávate las manos.
El primer paso y el más importante es lavarse las manos con agua y jabón. Esto ayudará a eliminar cualquier bacteria o suciedad que pueda contaminar tu piercing.
2. Remoja el piercing en agua tibia.
Esto ayudará a aflojar la suciedad o los residuos que puedan haberse acumulado sobre o alrededor de la perforación.
3. Aplique jabón suave en un bastoncillo de algodón.
Evite el uso de jabones fuertes o jabones corporales, ya que pueden irritar el piercing. Limpia suavemente alrededor del piercing. Esto ayudará a eliminar la suciedad, la sangre y otros desechos que puedan haberse acumulado en el piercing o alrededor de él.
4. Enjuague el piercing con agua tibia.
Asegúrese de enjuagar bien para eliminar todo el jabón. Seque suavemente el piercing con una toalla limpia. No lo frotes.
5. Después de la limpieza, es posible que desees enjuagar tu piercing con una solución salina esterilizada.
La solución salina se puede comprar sin receta en cualquier farmacia. Rocíe suavemente la solución alrededor del piercing y luego séquelo con una toalla limpia.
Consejos:
- Limpia tu piercing dos veces al día, o según las indicaciones de tu perforador.
- Evita tocar tu piercing con los dedos, ya que esto puede introducir bacterias.
- Si tiene algún signo de infección, como enrojecimiento, hinchazón o dolor, comuníquese con su perforador inmediatamente.
- No utilices alcohol, peróxido de hidrógeno u otros productos químicos agresivos para limpiar el piercing, ya que pueden irritar la piel y retrasar el proceso de curación.
- Si tu piercing tiene costras, puedes utilizar un hisopo de algodón humedecido en agua tibia para quitar suavemente la costra.
- ¡Ser paciente! Se necesita tiempo para que un piercing sane. Seguir estos consejos de cuidados posteriores ayudará a garantizar que su perforación sane rápidamente y sin complicaciones.