"Un hombre de cera" es una expresión utilizada para referirse a una persona que se percibe como carente de personalidad o profundidad de carácter, y que a menudo se deja influenciar o controlar fácilmente por otros. El término implica una falta de sustancia, al igual que una figura de cera, que puede parecer realista pero carece de las cualidades de un ser humano real. Puede ser una forma despectiva de describir a alguien superficial, carente de individualidad o que se ajusta a las expectativas de la sociedad. El término no se usa comúnmente en contextos modernos y puede considerarse obsoleto.