Generalmente se recomienda la aspiración antes de inyectar una vacuna por vía subcutánea para reducir el riesgo de inyectarla en un vaso sanguíneo. Al tirar ligeramente hacia atrás del émbolo de la jeringa antes de inyectar completamente la vacuna, puede comprobar si entra sangre en la jeringa. Si hay sangre, debe reposicionar la aguja y aspirar nuevamente, o desechar la jeringa y usar una nueva para evitar inyectar la vacuna en un vaso sanguíneo.