No existe una definición específica para el acero quirúrgico y su composición puede variar. Normalmente, el acero quirúrgico está hecho de un tipo de acero inoxidable que contiene cromo y níquel. Esta combinación de metales hace que el acero sea resistente a la corrosión, el óxido y el deslustre. El acero quirúrgico también es resistente y duradero, lo que lo hace muy adecuado para implantes e instrumentos quirúrgicos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que es posible que el acero quirúrgico no siempre esté compuesto de los mismos materiales y que sus propiedades específicas pueden variar según el fabricante. El término "acero quirúrgico" es más un término general que se utiliza para describir aceros que cumplen ciertos estándares para su uso en aplicaciones quirúrgicas.