¿Tendrá que operarse si tiene amigdalitis?

La amigdalectomía, la extirpación quirúrgica de las amígdalas, no siempre es necesaria para la amigdalitis. En la mayoría de los casos, la amigdalitis se puede tratar con antibióticos, reposo y analgésicos. Sin embargo, se puede recomendar la cirugía en determinadas situaciones, como:

1. Amigdalitis recurrente:si tiene episodios frecuentes de amigdalitis (más de 7 en un año o 5 en dos años), su médico puede recomendarle una cirugía para prevenir futuras infecciones.

2. Amigdalitis crónica:cuando la amigdalitis se vuelve crónica y causa síntomas persistentes como dolor de garganta, dificultad para tragar, inflamación de los ganglios linfáticos o mal aliento, puede ser necesaria una cirugía para brindar alivio.

3. Amígdalas obstructivas:el agrandamiento de las amígdalas puede obstruir las vías respiratorias, provocando dificultad para respirar, especialmente durante el sueño. Esta afección, conocida como apnea obstructiva del sueño, puede requerir una amigdalectomía para mejorar la respiración y prevenir complicaciones.

4. Absceso periamigdalino:en algunos casos, la amigdalitis puede provocar la formación de un absceso periamigdalino, una acumulación de pus que se forma alrededor de las amígdalas. Puede ser necesario el drenaje del absceso y la amigdalectomía para tratar esta afección.

5. Fracaso del tratamiento médico:si el tratamiento con antibióticos y otras medidas conservadoras no logran aliviar la amigdalitis, se puede considerar la cirugía como último recurso.

Antes de recomendar una cirugía, su médico evaluará cuidadosamente su afección, considerará la gravedad y frecuencia de su amigdalitis y analizará los riesgos y beneficios de la cirugía para determinar si es la mejor opción para usted.