¿Qué sucede cuando se daña la médula espinal?
1. Parálisis:el daño a la médula espinal puede interrumpir la comunicación entre el cerebro y el cuerpo, provocando parálisis. El alcance de la parálisis depende del nivel de la lesión:las lesiones superiores afectan los brazos, las piernas y el tronco, y las inferiores afectan principalmente las piernas.
2. Pérdida de sensación:el daño a las vías sensoriales de la médula espinal puede provocar una pérdida de sensación por debajo del nivel de la lesión. Esto puede incluir pérdida del tacto, temperatura, dolor y propiocepción (el sentido de la posición y el movimiento del cuerpo).
3. Cambios en los reflejos:las lesiones de la médula espinal pueden afectar la función de los reflejos, que son respuestas automáticas a los estímulos. El daño a la médula espinal puede provocar hiperreflexia (aumento de la actividad refleja) o hiporreflexia (disminución de la actividad refleja).
4. Disfunción autónoma:la médula espinal desempeña un papel en la regulación de muchas funciones autónomas, como la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la sudoración y la digestión. El daño a la médula espinal puede alterar estas funciones, lo que provoca una variedad de síntomas, que incluyen dificultad para respirar, problemas de vejiga e intestinos y disfunción sexual.
5. Dolor crónico:muchas personas con lesiones de la médula espinal experimentan dolor crónico, que puede ser neuropático (causado por daño a los nervios), musculoesquelético (relacionado con espasmos musculares o cambios estructurales en el cuerpo) o visceral (relacionado con daño a órganos internos). ).
6. Efectos psicológicos:las lesiones de la médula espinal pueden tener un impacto profundo en el bienestar psicológico de una persona. La depresión, la ansiedad y el trastorno de estrés postraumático (TEPT) son desafíos comunes que enfrentan las personas con lesiones de la médula espinal.
Es importante tener en cuenta que los efectos del daño a la médula espinal pueden variar ampliamente y las consecuencias específicas dependen del individuo y de la naturaleza de la lesión. La rehabilitación y la atención continua desempeñan un papel crucial para ayudar a las personas con lesiones de la médula espinal a adaptarse a sus nuevas circunstancias, controlar los síntomas y recuperar la mayor función posible.