Lo que hay que saber sobre la cirugía para extirpar un ojo
La cirugía para extirpar un ojo, también conocida como enucleación, es un procedimiento que se realiza cuando un ojo está gravemente dañado o enfermo y no se puede salvar. La cirugía implica extirpar todo el globo ocular, incluida la córnea, el iris, la pupila, el cristalino y la retina.
Razones para la enucleación
Hay varias razones por las que es posible que sea necesario extirpar un ojo, entre ellas:
* Traumatismo ocular severo
* Glaucoma avanzado
* Retinoblastoma (un tipo de cáncer de ojo)
* Uveítis (un tipo de inflamación ocular)
* Infección
* Dolor que no se puede controlar con medicamentos.
El procedimiento de enucleación
La enucleación normalmente se realiza bajo anestesia general. El cirujano hará una incisión alrededor del ojo y luego retirará con cuidado el globo ocular de la órbita. Los músculos que controlan el movimiento ocular se unirán al ojo artificial que se insertará en la cuenca.
Recuperación de la enucleación
La recuperación de la enucleación suele tardar varias semanas. Los pacientes deberán usar un parche en el ojo o un protector para proteger la cuenca. También pueden experimentar algo de dolor, hinchazón y hematomas. La mayoría de los pacientes pueden volver a sus actividades normales en unas pocas semanas.
Riesgos de la enucleación
La enucleación es un procedimiento relativamente seguro, pero existen algunos riesgos asociados, entre ellos:
* Sangrado
* Infección
* Dolor
* Hinchazón
* Moretones
* Pérdida de visión en el otro ojo.
Alternativas a la enucleación
En algunos casos, pueden existir alternativas a la enucleación, como:
* Evisceración: Este procedimiento implica extraer el contenido del globo ocular, pero la esclerótica (la capa exterior blanca del ojo) se deja intacta.
* Crondeo escleral: Este procedimiento implica colocar una banda alrededor de la parte exterior del ojo para ayudar a sostener la retina.
* Vitrectomía: Este procedimiento implica extirpar el humor vítreo (la sustancia gelatinosa que llena el globo ocular) para aliviar la presión sobre la retina.
La mejor opción de tratamiento para un ojo dañado o enfermo dependerá de la condición de cada paciente.