Sí, los hematomas son un efecto secundario temporal común del tratamiento venoso con láser. Ocurre debido al calor emitido por el láser, conocido como daño por láser. El láser apunta a los vasos sanguíneos afectados y, como resultado, la piel circundante en esa área puede experimentar algún daño inducido por el calor. En algunos casos, esto puede provocar la aparición de hematomas. Los hematomas generalmente desaparecen por sí solos en unas pocas semanas, pero es importante consultar con su profesional del cuidado de la piel o con su médico si tiene alguna inquietud al respecto.