¿Por qué se colocan telescopios de rayos X en el espacio?
Los telescopios de rayos X se utilizan para estudiar una amplia variedad de objetos del universo, incluidas estrellas, galaxias y cúmulos de galaxias. También se utilizan para estudiar el gas caliente que llena el espacio entre galaxias. Al observar los rayos X, los astrónomos pueden aprender sobre los procesos físicos que ocurren en estos objetos.
Para evitar la absorción de rayos X por la atmósfera terrestre, se colocan telescopios de rayos X en el espacio. Esto les permite recolectar rayos X de objetos distantes sin ninguna interferencia. Los telescopios de rayos X suelen colocarse en órbita terrestre baja, donde pueden recibir mantenimiento y reparación fácilmente.
Algunos telescopios de rayos X también se colocan en órbitas más altas, como la órbita geosincrónica. Esto les permite tener un campo de visión más amplio y observar objetos durante períodos de tiempo más largos. Sin embargo, los telescopios de rayos X en órbitas más altas son más difíciles de mantener y reparar.
La colocación de telescopios de rayos X en el espacio ha revolucionado el estudio del universo. Ha permitido a los astrónomos observar objetos que antes eran invisibles y aprender sobre los procesos físicos que están ocurriendo en el universo.