¿Por qué el paro cardíaco sigue al paro respiratorio?
1. Hipoxia :Cuando se detiene la respiración, se corta el suministro de oxígeno a los pulmones y los niveles de oxígeno en la sangre comienzan a descender. Como resultado, los tejidos y órganos del cuerpo, incluido el corazón, quedan privados de oxígeno.
2. Acidosis :La acumulación de dióxido de carbono en la sangre, que se produce debido a la falta de ventilación, provoca acidosis. La acidosis afecta el sistema eléctrico del corazón, haciéndolo más susceptible a ritmos cardíacos anormales.
3. Isquemia miocárdica :La falta de oxígeno y la acumulación de productos de desecho en el músculo cardíaco (miocardio) provocan isquemia miocárdica. La isquemia puede dañar el sistema de conducción eléctrica del corazón y debilitar sus contracciones.
4. Disritmias :La combinación de hipoxia, acidosis e isquemia puede desencadenar ritmos cardíacos anormales, como fibrilación ventricular (FV) o asistolia. Estas arritmias suelen ser mortales si no se tratan a tiempo.
5. Pérdida de perfusión :A medida que las contracciones del corazón se debilitan y se desorganizan debido a las arritmias, el corazón no puede bombear sangre de manera efectiva al resto del cuerpo. Esto provoca una pérdida de perfusión, lo que significa que los órganos y tejidos no reciben suficiente oxígeno y nutrientes.
6. Paro cardíaco :En última instancia, la actividad eléctrica del corazón puede cesar por completo, provocando un paro cardíaco. Sin una intervención médica inmediata, como RCP y desfibrilación, el paro cardíaco puede provocar daño cerebral permanente y la muerte.
El tiempo que tarda un paro respiratorio en progresar a un paro cardíaco depende de varios factores, incluidas las condiciones médicas subyacentes del individuo, la duración del paro respiratorio y la eficacia de cualquier intervención iniciada para restaurar la respiración y la circulación.