¿Por qué no puede comer ni beber antes de la cirugía?
- Aspiración:Durante la anestesia general, los músculos del paciente se relajan, incluidos los que controlan las vías respiratorias. Esta relajación puede aumentar el riesgo de regurgitación o vómitos. Si hay alimentos o líquidos en el estómago, estos pueden aspirarse hacia los pulmones, lo que provoca una complicación grave llamada neumonitis por aspiración. La aspiración puede provocar inflamación de los pulmones, dificultad para respirar e incluso insuficiencia respiratoria.
- Interferencia con la anestesia:comer o beber antes de la cirugía puede afectar la forma en que la anestesia interactúa con el cuerpo. Puede retrasar el inicio de la anestesia y dificultar que el equipo de anestesia monitoree y controle los signos vitales del paciente durante el procedimiento. Esto puede suponer riesgos para la seguridad del paciente.
- Mayor riesgo de náuseas y vómitos:la anestesia y ciertos procedimientos quirúrgicos pueden provocar náuseas y vómitos. Comer o beber antes de la cirugía puede aumentar aún más la probabilidad de estas complicaciones, provocando molestias y posibles complicaciones.
- Posible obstrucción:Los alimentos o líquidos en el estómago pueden obstruir la visión y el acceso del cirujano durante el procedimiento. Esto puede complicar la cirugía, aumentar el riesgo de lesiones o complicaciones y prolongar el tiempo de la operación.
- Retraso en la curación:El consumo de alimentos o bebidas antes de la cirugía puede interferir con el proceso de curación después de la operación. La energía y los recursos del cuerpo se desvían hacia la digestión, lo que puede ralentizar el proceso de curación.
Es importante que los pacientes sigan estrictamente las instrucciones de ayuno proporcionadas por su equipo de atención médica antes de la cirugía. Las pautas de ayuno ayudan a minimizar los riesgos y garantizar los mejores resultados posibles para el procedimiento quirúrgico.