¿Por qué no puedes comer antes de la cirugía?
1. Riesgo de aspiración: Comer antes de la cirugía aumenta el riesgo de aspiración, que es la inhalación accidental de alimentos, líquidos o secreciones hacia los pulmones. Durante la cirugía, los pacientes suelen estar bajo anestesia general, lo que relaja los músculos y reduce los reflejos protectores naturales que impiden la aspiración. Esto puede aumentar las posibilidades de que los alimentos o líquidos entren en los pulmones, lo que provoca complicaciones respiratorias potencialmente graves, como la neumonía.
2. Náuseas y vómitos: Comer antes de la cirugía puede provocar náuseas y vómitos durante y después del procedimiento. La anestesia y la manipulación quirúrgica pueden irritar el estómago y provocar náuseas, que se agravan aún más con la presencia de alimentos en el sistema digestivo. Los vómitos durante o después de la cirugía pueden provocar aspiración, obstrucción de las vías respiratorias y desequilibrios electrolíticos.
3. Vaciado gástrico retrasado: La anestesia y ciertos medicamentos utilizados durante la cirugía pueden ralentizar las contracciones normales del estómago y retrasar el vaciado gástrico. Esto significa que los alimentos pueden permanecer en el estómago por más tiempo, aumentando el riesgo de aspiración y vómitos.
4. Interacción con la anestesia: Algunos alimentos y bebidas pueden interactuar con la anestesia, afectando su seguridad y eficacia. Por ejemplo, ciertos alimentos y medicamentos pueden provocar interacciones farmacológicas que pueden provocar un mayor riesgo de complicaciones durante la anestesia.
5. Desequilibrios de electrolitos: Comer antes de la cirugía puede alterar los niveles de electrolitos en el cuerpo. Esto se debe a que el sistema digestivo participa en la regulación del equilibrio de líquidos y electrolitos. El consumo de alimentos puede afectar la absorción y excreción de electrolitos, lo que puede tener implicaciones para la salud general del paciente durante y después de la cirugía.
6. Distensión abdominal: Ingerir alimentos antes de la cirugía puede provocar distensión abdominal, que es la hinchazón o agrandamiento del abdomen. Esta distensión puede interferir con los procedimientos quirúrgicos, especialmente aquellos que involucran el abdomen u órganos cercanos. También puede dificultar el seguimiento de la respiración y los signos vitales del paciente.
7. Recuperación retrasada: Comer antes de la cirugía puede potencialmente retrasar el proceso de recuperación. La recuperación posoperatoria implica el retorno a las funciones corporales normales, incluidas la digestión y la absorción de nutrientes. Iniciar el proceso de recuperación con el sistema digestivo vacío puede facilitar una curación más rápida y minimizar las molestias.
Para garantizar la seguridad del paciente y minimizar los riesgos, los cirujanos y profesionales de la salud suelen recomendar a los pacientes que ayunen durante un período específico antes de la cirugía. La duración exacta del ayuno y las restricciones pueden variar según el tipo de cirugía, la condición médica del paciente y las pautas específicas del centro de atención médica.