¿Para qué se utiliza la metforina?

1. Diabetes tipo 2:

- La metformina se utiliza principalmente para tratar la diabetes tipo 2. Pertenece a una clase de medicamentos llamados biguanidas y actúa reduciendo la producción de glucosa en el hígado y mejorando la sensibilidad del cuerpo a la insulina, lo que permite que las células absorban y utilicen la glucosa de manera más eficiente.

2. Prediabetes:

- La metformina también se puede recetar a personas con prediabetes, una afección caracterizada por niveles de azúcar en sangre más altos de lo normal pero que aún no cumplen los criterios de diabetes. Ayuda a prevenir o retrasar la progresión a la diabetes tipo 2.

3. Diabetes gestacional:

- Durante el embarazo, algunas mujeres desarrollan diabetes gestacional, una forma temporal de diabetes que generalmente se resuelve después del parto. La metformina se puede utilizar para controlar los niveles de azúcar en sangre en mujeres con diabetes gestacional.

4. Síndrome de ovario poliquístico (SOP):

- La metformina a veces se usa de forma no autorizada para tratar a mujeres con síndrome de ovario poliquístico, un trastorno hormonal que afecta la ovulación y puede causar infertilidad, irregularidades menstruales y otros síntomas. Ayuda a regular los niveles de insulina y mejorar el equilibrio hormonal, lo que puede ayudar a controlar los síntomas relacionados con el síndrome de ovario poliquístico.

5. Enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD):

- La metformina se ha mostrado prometedora en el tratamiento de NAFLD, una afección en la que se acumula exceso de grasa en el hígado. Puede ayudar a reducir la grasa del hígado y mejorar la función hepática.

Es importante tener en cuenta que la metformina debe usarse según lo prescrito por un profesional de la salud y junto con otras medidas de estilo de vida, como una dieta equilibrada, ejercicio regular y control del peso, para controlar eficazmente las afecciones médicas subyacentes.