¿Cuándo y dónde surgió la alquimia?

Se debaten los orígenes exactos de la alquimia, pero la evidencia más antigua conocida de esta práctica se remonta al siglo I d.C. en Alejandría, Egipto romano. La ciudad era un próspero centro de aprendizaje y cultura, y su ubicación en el cruce de rutas comerciales entre Oriente y Occidente la convirtió en un crisol de ideas. Se cree que el conocimiento alquímico llegó a Alejandría de diversas fuentes, incluida la antigua tradición egipcia de trabajo de metales, la filosofía helenística de los cuatro elementos y las tradiciones místicas de Oriente Medio.

La alquimia floreció en Alejandría y en otras partes del Imperio Romano hasta la decadencia del Imperio Romano Occidental en el siglo V. Luego se extendió al Imperio Bizantino y al mundo islámico, donde continuó practicándose y desarrollándose durante varios siglos. En el siglo XII, la alquimia se introdujo en Europa occidental a través de los escritos de eruditos árabes y rápidamente se convirtió en una actividad popular entre los eruditos y profesionales de la medicina, la filosofía natural y la metalurgia.

Durante el Renacimiento y los primeros períodos modernos (siglos XIV-XVII), la alquimia jugó un papel importante en el desarrollo de la ciencia, la medicina y la tecnología. Los alquimistas llevaron a cabo extensos experimentos e hicieron importantes contribuciones a los campos de la química, la metalurgia, la farmacología y el estudio de materiales. También influyeron en el desarrollo de la astrología, la medicina y la filosofía, y sus ideas y prácticas sentaron las bases de muchos de los descubrimientos científicos de los siglos XVIII y XIX.