¿Cómo afecta el asma a la respiración?
Inflamación de las vías respiratorias: En el asma, las vías respiratorias (bronquios) se inflaman y se hinchan. Esta inflamación es causada por varios desencadenantes, como alérgenos, irritantes o ejercicio. El proceso inflamatorio implica la liberación de sustancias como histamina, leucotrienos e interleucinas, que hacen que las vías respiratorias se enrojezcan, se hinchen y se llenen de moco.
Estrechamiento de las vías respiratorias: La inflamación y la hinchazón de las vías respiratorias provocan su estrechamiento. Esto dificulta que el aire entre y salga de los pulmones. Las vías respiratorias estrechas aumentan la resistencia al flujo de aire, provocando dificultad para respirar, sibilancias y falta de aire.
Hiperreactividad de las vías respiratorias: Otra característica del asma es la hiperreactividad de las vías respiratorias. Esto significa que las vías respiratorias reaccionan más intensamente a los desencadenantes en comparación con las personas sanas. Incluso los desencadenantes menores pueden hacer que las vías respiratorias se estrechen significativamente y provocar un ataque de asma.
Broncoespasmo: Durante un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se contraen, provocando un mayor estrechamiento de las vías respiratorias. Este fenómeno se conoce como broncoespasmo. El broncoespasmo intensifica la dificultad para respirar y las sibilancias asociadas con el asma.
Aumento de la producción de moco: El asma también puede hacer que las vías respiratorias produzcan un exceso de moco. Esta mucosidad espesa y pegajosa obstruye las vías respiratorias, obstruye el flujo de aire y contribuye a la dificultad para respirar y la tos.
Estos efectos del asma pueden provocar episodios de sibilancias, tos, opresión en el pecho, dificultad para respirar y dificultad para realizar actividades físicas. La gravedad del asma puede variar desde síntomas leves intermitentes hasta síntomas crónicos graves que afectan significativamente la calidad de vida de una persona. El manejo adecuado del asma con medicamentos, modificaciones en el estilo de vida y evitando los desencadenantes es crucial para controlar la afección y prevenir ataques agudos de asma.