La consistencia resbaladiza de los pulmones que impide que las paredes de los alvéolos se peguen la proporciona una sustancia llamada surfactante. El surfactante es una mezcla compleja de lípidos y proteínas que recubre los alvéolos y reduce la tensión superficial en la interfaz aire-líquido. Esto evita que los alvéolos colapsen y permite un intercambio de gases eficiente.