¿Respirar helio puede dañar tu garganta?

La inhalación de gas helio en pequeñas cantidades, como en los globos de fiesta, generalmente se considera segura y no causa ningún daño a la garganta. Sin embargo, es importante tener precaución al inhalar helio.

A continuación se detallan algunos riesgos potenciales asociados con la inhalación de helio:

1. Privación de oxígeno: El gas helio no es tóxico, pero desplaza el oxígeno en los pulmones. Si se inhala demasiado helio, puede provocar falta de oxígeno o asfixia, lo que puede provocar mareos, pérdida del conocimiento e incluso la muerte.

2. Distorsión de la voz: El gas helio cambia el tono de la voz porque viaja más rápido que el aire a través de las cuerdas vocales. Si bien este efecto suele ser temporal e inofensivo, inhalar una gran cantidad de helio o inhalarlo durante un período prolongado puede causar irritación o sequedad de garganta debido a la tensión en las cuerdas vocales.

3. Enfriamiento rápido: El gas helio tiene una alta conductividad térmica, lo que significa que puede absorber rápidamente el calor del cuerpo. Esto puede hacer que los tejidos de la garganta se enfríen y se irriten, lo que provoca malestar o dolor en la garganta.

4. Cambios de presión: Si se inhala gas helio de una fuente presurizada, como un tanque de helio, puede provocar un aumento repentino de la presión en los pulmones. Esto puede provocar barotrauma, que puede dañar los pulmones y provocar problemas de salud graves, como colapso pulmonar o embolia gaseosa.

5. Condiciones de salud subyacentes: Las personas con determinadas afecciones médicas subyacentes, como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o afecciones cardíacas, deben tener especial precaución al inhalar helio. Estas condiciones pueden hacer que las personas sean más susceptibles a los riesgos asociados con la inhalación de helio.

Es importante tener en cuenta que inhalar helio de globos de fiesta u otras fuentes no destinadas a uso médico puede ser peligroso. Si está considerando inhalar helio por algún motivo, es fundamental consultar primero con un profesional médico para garantizar su seguridad.