¿Beber demasiado alcohol puede afectar las señales nerviosas que controlan la respiración?

Sí.

El alcohol es un depresor del sistema nervioso central, lo que significa que ralentiza el funcionamiento del sistema nervioso central, incluidos el cerebro y la médula espinal. Las señales nerviosas que controlan la respiración se envían desde el cerebro a los músculos del pecho y el abdomen. Si estas señales se ven alteradas, la respiración puede volverse lenta y superficial, o incluso detenerse por completo.

El alcohol también puede afectar la parte del cerebro que controla el reflejo nauseoso. Este reflejo ayuda a prevenir la asfixia al provocar que el cuerpo vomite si algo bloquea las vías respiratorias. Si el reflejo nauseoso está alterado, existe un mayor riesgo de ahogarse con el vómito.

Además, el alcohol puede hacer que los músculos de la garganta y la lengua se relajen, lo que también puede provocar asfixia.

Por todas estas razones, beber demasiado alcohol puede ser muy peligroso e incluso provocar la muerte.