¿Qué son los anestésicos locales inyectables?

Los anestésicos locales inyectables son medicamentos que se utilizan para bloquear los impulsos nerviosos en un área específica del cuerpo, proporcionando una pérdida temporal de sensación o alivio del dolor. Se usan comúnmente durante procedimientos médicos, cirugías y tratamientos dentales para adormecer una región o tejido en particular. Estos anestésicos se administran directamente en la zona afectada mediante una inyección, lo que permite una acción localizada y permite un control más preciso del efecto anestésico.

Se encuentran disponibles varios tipos de anestésicos locales inyectables y la elección de un agente específico depende de varios factores, incluida la ubicación y la duración del procedimiento, la profundidad deseada de la anestesia y la salud general del paciente. Estos anestésicos locales se pueden clasificar en dos grupos principales:

1. Anestésicos de amida

- bupivacaína

- Levobupivacaína

- Lidocaína (Xylocaine®)

- Mepivacaína (Carbocaína®)

- prilocaína

2. Anestésicos éster

- Benzocaína

- cocaína

- Procaína

- tetracaína

Cada anestésico tiene sus propias propiedades únicas, como el tiempo de aparición, la duración de la acción, la potencia y los efectos secundarios. Estas propiedades se consideran al seleccionar el anestésico local más apropiado para una situación clínica particular. Por ejemplo, la lidocaína se usa comúnmente debido a su rápido inicio y duración intermedia de acción, mientras que la bupivacaína proporciona una anestesia más duradera. Los anestésicos de éster se utilizan con menos frecuencia debido a su potencial de reacciones alérgicas y a su menor duración de acción en comparación con los anestésicos de amida.

Los anestésicos locales inyectables actúan impidiendo que se generen o transmitan impulsos nerviosos a lo largo de las fibras nerviosas. Bloquean eficazmente los canales de sodio en las membranas de las células nerviosas, dificultando así la entrada de iones de sodio necesarios para la transmisión de señales eléctricas. Como resultado, el nervio no puede transmitir señales de dolor u otras sensaciones. Una vez que el efecto del anestésico local desaparece, la función nerviosa y la sensación vuelven a la normalidad.

Aunque generalmente es seguro y bien tolerado, el uso de anestésicos locales inyectables debe ser administrado por profesionales médicos capacitados teniendo en cuenta las técnicas adecuadas, las condiciones estériles y un seguimiento cuidadoso para minimizar los riesgos asociados con su uso. En general, los anestésicos locales inyectables desempeñan un papel crucial en el tratamiento del dolor durante diversos procedimientos médicos al bloquear temporalmente las señales de dolor en una región específica, lo que permite tratamientos cómodos y eficaces.