Los adultos suelen respirar entre 12 y 15 veces por minuto en reposo. Sin embargo, esto puede variar dependiendo de una serie de factores, como la edad, la salud y el nivel de actividad. Por ejemplo, los niños suelen respirar más rápido que los adultos, y las personas que hacen ejercicio o están bajo estrés pueden respirar más rápido que las personas que están en reposo.