¿Podría su hijo tener una infección de oído?
Dolor: El dolor de oído es el síntoma más común de una infección de oído. Los niños pueden quejarse de un dolor sordo o agudo en uno o ambos oídos, o pueden tener dificultades para dormir debido al dolor.
Secreción del oído: Los niños con una infección de oído pueden tener una secreción de líquido o pus del oído afectado. La secreción puede ser clara, amarilla o verde y puede ser espesa o fina.
Fiebre: Los niños con una infección de oído también pueden desarrollar fiebre. La fiebre puede ser leve o alta y puede aparecer y desaparecer.
Dolor de cabeza: Los niños con infección de oído también pueden experimentar dolores de cabeza. Los dolores de cabeza pueden ser leves o intensos y pueden localizarse en un lado de la cabeza o en ambos lados.
Dificultad auditiva: Los niños con infección de oído pueden tener dificultades para oír. Esto puede deberse a la acumulación de líquido o pus en el oído, que puede impedir que las ondas sonoras lleguen al tímpano.
Problemas de equilibrio: Los niños con infección de oído también pueden experimentar problemas de equilibrio. Esto se debe a que el oído interno ayuda con el equilibrio y una infección en el oído puede afectar esta función.
Otros síntomas: Los niños con una infección de oído también pueden experimentar otros síntomas, como dolor de oído, picazón de oído, dolor de garganta, tos, secreción nasal o pérdida de apetito.
Cuándo consultar a un médico
Si su hijo experimenta alguno de los síntomas anteriores, es importante que consulte a un médico. El diagnóstico y tratamiento tempranos de una infección de oído pueden ayudar a prevenir complicaciones.