Las orejas partidas suelen ser causadas por un traumatismo y pueden provocar pérdida de audición según la gravedad. El tratamiento del oído partido se centra en abordar el desgarro o laceración para preservar la audición y prevenir infecciones. En este caso, el pegamento generalmente no es apropiado. En cambio, el tratamiento suele implicar:
Laceraciones menores
- Sutura para cerrar cortes pequeños y menos complejos.
Laceraciones extensas/complejas
- Las cirugías se realizan bajo anestesia local o general para tratar con precisión estos casos.