¿Cómo saber si tienes una infección de oído?

Hay varios signos y síntomas que pueden indicar una infección de oído. Estos pueden variar según el tipo y la gravedad de la infección, pero algunos signos comunes incluyen:

Dolor de oído: Este es un síntoma común de las infecciones de oído y puede variar desde una leve molestia hasta un dolor intenso. El dolor puede ser constante o intermitente y puede empeorar al acostarse o mover el oído afectado.

Drenaje del oído: Una secreción de líquido o pus del oído puede ser un signo de una infección de oído. El drenaje puede ser transparente, amarillo o verdoso y puede tener un olor desagradable.

Pérdida de audición: Las infecciones de oído pueden causar pérdida auditiva temporal, que puede variar de leve a grave. La pérdida de audición puede mejorar a medida que la infección desaparece, pero en algunos casos puede ser permanente.

Tinnitus: Esta es una condición en la que escucha un zumbido, zumbido u otro sonido en el oído. El tinnitus puede ser un síntoma de una infección de oído, especialmente si va acompañado de otros síntomas como dolor de oído o pérdida de audición.

Mareos o vértigo: Las infecciones de oído a veces pueden causar mareos o vértigo, que es una sensación de giro o movimiento. Esto es más común con las infecciones del oído interno, que pueden afectar los órganos del equilibrio en el oído.

Fiebre: La fiebre alta puede ser un signo de infección de oído, especialmente en niños. Sin embargo, no todas las infecciones de oído provocan fiebre.

Dolor de cabeza: Las infecciones de oído a veces pueden causar dolores de cabeza, especialmente si la infección es grave o afecta el oído interno.

Nódulos linfáticos inflamados: Los ganglios linfáticos cerca del oído pueden inflamarse y doler en respuesta a una infección de oído.

Pérdida de apetito: Los niños con infecciones de oído pueden experimentar pérdida de apetito o dificultad para alimentarse debido al dolor y la incomodidad causados ​​por la infección.

Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados. El médico puede realizar un examen del oído, incluido el uso de un otoscopio para observar el interior del canal auditivo y el tímpano, y también puede recomendar pruebas adicionales, como una prueba de audición o estudios de imágenes para determinar el alcance de la infección y descartar otras posibles causas. de los síntomas.