¿Qué podría salir mal con el oído biónico?
Fallo mecánico: El oído biónico es un dispositivo complejo con muchas piezas pequeñas móviles. Con el tiempo, estas piezas pueden desgastarse o estropearse, provocando pérdida de audición u otros fallos de funcionamiento.
Infección: La implantación quirúrgica del oído biónico genera un riesgo de infección, que puede provocar complicaciones graves.
Tejido cicatricial: La formación de tejido cicatricial alrededor del dispositivo implantado puede interferir con su correcto funcionamiento.
Daño tisular: El procedimiento quirúrgico para implantar el oído biónico puede dañar los tejidos y nervios circundantes, provocando pérdida de audición, parálisis facial u otros problemas.
Reacciones alérgicas: Algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas a los materiales utilizados en la construcción del oído biónico.
Rechazo del dispositivo: En casos raros, el cuerpo puede rechazar el dispositivo implantado, lo que requiere su extracción.
Falta de mejora: En algunos casos, es posible que el oído biónico no proporcione la mejora esperada en la audición o que el receptor no se adapte bien al dispositivo.
Costo: Los oídos biónicos son dispositivos caros y el coste del dispositivo, la cirugía y el mantenimiento continuo pueden suponer una carga importante para los pacientes.
Es importante que las personas que estén considerando un implante de oído biónico sopesen cuidadosamente los riesgos y beneficios del procedimiento en consulta con un profesional de la salud calificado.