¿Qué es la lepra?
Síntomas:
La lepra suele manifestarse como lesiones cutáneas, que pueden variar según el tipo de enfermedad:
- Lepra tuberculoide:
- Parches cutáneos bien definidos, pálidos o rojizos con pérdida de sensibilidad.
- Sequedad y atrofia de la piel.
- Daño a los nervios, lo que provoca debilidad muscular y entumecimiento.
- Lepra lepromatosa:
- Lesiones cutáneas múltiples y simétricas con infiltración y engrosamiento.
- Afectación granulomatosa difusa de la piel, dando lugar a una apariencia cerosa.
- Afectación de las mucosas y órganos internos.
- Lepra límite:
- Características intermedias de la lepra tuberculoide y lepromatosa
- Lepra indeterminada:
- Etapa temprana de la enfermedad con lesiones cutáneas únicas o pocas hipopigmentadas o rojizas con pérdida de sensación.
Diagnóstico:
El diagnóstico de la lepra se basa en el examen clínico, biopsias de piel y pruebas de laboratorio:
- Examen clínico:Evaluación de lesiones y síntomas cutáneos, incluida pérdida de sensibilidad y daño nervioso.
- Biopsias de piel:examen microscópico de muestras de tejido de la piel para detectar la presencia de *Mycobacterium leprae*.
- Pruebas serológicas:Detección de anticuerpos específicos de *M. lepra*.
Tratamiento:
La lepra se puede curar con la terapia multimedicamentosa (MDT) recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). MDT consiste en una combinación de antibióticos para matar las bacterias y reducir el riesgo de complicaciones:
- Rifampicina
- dapsona
- clofazimina
- Otros según corresponda
La duración del tratamiento varía según el tipo de lepra y puede oscilar entre 6 meses y 2 años o más. El diagnóstico y tratamiento tempranos pueden prevenir la discapacidad y promover una recuperación completa.
La lepra es una enfermedad prevenible y los esfuerzos de control se centran en la detección y el tratamiento tempranos, la educación sobre la transmisión y la reducción del estigma social asociado con la enfermedad.