¿Cómo se ve el daño al nervio autónomo?

Daño del nervio autónomo Puede causar una amplia gama de síntomas, dependiendo de qué nervios estén afectados. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

- Problemas cardiovasculares: Esto puede incluir cambios en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, así como ritmos cardíacos anormales.

- Problemas digestivos: Esto puede incluir dificultad para tragar, náuseas, vómitos, hinchazón, estreñimiento y diarrea.

- Problemas de vejiga e intestinos: Esto puede incluir dificultad para orinar, incontinencia y estreñimiento.

- Problemas sexuales: Esto puede incluir disfunción eréctil y falta de deseo sexual.

- Problemas de la piel: Esto puede incluir anomalías en la sudoración, piel seca y cambios en el color de la piel.

- Problemas oculares: Esto puede incluir dilatación de la pupila, visión borrosa y párpados caídos.

- Problemas neurológicos: Esto puede incluir mareos, dolores de cabeza y confusión.

El daño a los nervios autónomos también puede causar síntomas más generales, como fatiga, debilidad y pérdida de peso.

Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante que consulte a su médico para una evaluación. El daño al nervio autónomo puede ser una afección grave, pero a menudo puede tratarse si se detecta a tiempo.