¿Qué es un tenedor tonificante que utiliza el neurólogo en un examen?
Durante un examen neurológico, el neurólogo puede utilizar un diapasón para realizar las siguientes pruebas:
Prueba de enjuague: Esta prueba compara la conducción aérea y la conducción ósea del sonido. El neurólogo coloca el diapasón vibrante en el hueso mastoideo detrás de la oreja y pregunta a la persona si puede oír el sonido. Luego se coloca el diapasón cerca del canal auditivo y se pregunta a la persona si todavía puede oír el sonido. Normalmente, la conducción aérea es mejor que la conducción ósea, por lo que la persona debería poder escuchar el sonido por más tiempo cuando el diapasón se sostiene cerca de la oreja.
Prueba Weber: Esta prueba compara la conducción ósea del sonido en ambos oídos. El neurólogo coloca el diapasón vibrante en la línea media del cráneo y se pregunta a la persona si escucha el sonido por igual en ambos oídos. Normalmente, el sonido debería oírse por igual en ambos oídos.
Prueba dedo a nariz: Esta prueba evalúa la coordinación y la propiocepción (la sensación de dónde están las partes de su cuerpo en el espacio). El neurólogo pide a la persona que cierre los ojos y se toque la nariz con el dedo índice. El neurólogo también puede pedirle a la persona que realice otros movimientos coordinados, como caminar con el talón hacia la punta del pie o saltar sobre un pie.
Prueba de Romberg: Esta prueba evalúa el equilibrio y la coordinación. El neurólogo pide a la persona que se pare con los pies juntos y los ojos cerrados. Luego, el neurólogo puede empujar suavemente a la persona de un lado a otro o pedirle que camine en línea recta.
Las pruebas de diapasón pueden ayudar a los neurólogos a identificar una variedad de afecciones neurológicas, que incluyen:
* Pérdida de audición
* enfermedad de Ménière
* Esclerosis múltiple
* La enfermedad de Parkinson
* Ataque
* Neuroma acústico
* Otoesclerosis
Las pruebas de diapasón son una forma sencilla y no invasiva de evaluar la función neurológica de una persona. Se pueden realizar en el consultorio de un médico o en un hospital y no requieren ningún equipo especial.