¿Por qué deberíamos alejarnos de una persona que sufre sarampión?
1. Alta contagiosidad:
El sarampión es una de las enfermedades infecciosas más contagiosas que se conocen. Se estima que una persona con sarampión puede transmitir el virus hasta al 90% de las personas susceptibles que entran en contacto cercano. Por tanto, estar cerca de una persona infectada aumenta significativamente el riesgo de contraer la enfermedad.
2. Transmisión aérea:
El sarampión se transmite principalmente por transmisión aérea. Cuando una persona infectada tose, estornuda o incluso simplemente habla, se liberan al aire pequeñas gotitas respiratorias que contienen el virus del sarampión. Estas gotitas pueden permanecer suspendidas en el aire durante períodos prolongados, lo que permite que el virus se propague incluso mediante contacto casual.
3. Infectividad prolongada:
Las personas con sarampión son infecciosas desde aproximadamente cuatro días antes de que aparezca la erupción hasta cuatro días después de que desaparezca. Este período infeccioso prolongado significa que una persona infectada puede transmitir el virus a otras personas incluso antes de que se den cuenta de que están enfermas y durante varios días después de que aparezca la erupción.
4. Síntomas graves:
El sarampión puede causar una variedad de síntomas, que incluyen fiebre, tos, secreción nasal, ojos rojos y una erupción distintiva. En algunos casos, puede provocar complicaciones graves como neumonía, encefalitis (inflamación del cerebro), infecciones de oído e incluso la muerte. Al mantenerse alejado de alguien con sarampión, reduce el riesgo de experimentar estas consecuencias potencialmente graves.
5. Inmunidad colectiva:
Mantenerse alejado de las personas con sarampión ayuda a mantener la inmunidad colectiva dentro de la comunidad. La inmunidad colectiva se refiere a la protección indirecta que se brinda a las personas no vacunadas cuando una gran parte de la población está inmunizada. Al evitar el contacto con personas infectadas, contribuye a proteger a las personas vulnerables que tal vez no estén vacunadas, como los bebés, los ancianos o las personas con sistemas inmunitarios debilitados.
6. Importancia de la vacunación:
Evitar a las personas con sarampión enfatiza la importancia de la vacunación contra el sarampión. La vacunación es la forma más eficaz de prevenir la propagación del sarampión y protegerse a usted y a los demás de los riesgos asociados. Al mantenerse alejado de las personas infectadas, anima a otros a vacunarse, promoviendo la salud pública en general y reduciendo el riesgo de futuros brotes.
Por estos motivos, es fundamental mantener una distancia segura y minimizar el contacto con personas que se haya confirmado o se sospeche que tienen sarampión. Seguir estas precauciones ayuda a prevenir la propagación del virus y lo protege a usted y a la comunidad en general de las posibles complicaciones del sarampión.