¿Qué es la treptomicina?

La treptomicina es un antibiótico aminoglucósido que se usa para tratar varias infecciones bacterianas.[2][3] Estas infecciones incluyen tuberculosis, peste bubónica, tularemia y brucelosis.[2][3] También se usa con otros medicamentos para tratar la endocarditis.[2] Puede usarse antes, durante o después de la cirugía para prevenir infecciones.[3] La treptomicina se administra mediante inyección en un músculo o en una vena.[3]

Los efectos secundarios comunes de la treptomicina incluyen problemas renales, problemas auditivos y mareos.[2] Los efectos secundarios graves pueden incluir debilidad muscular grave y daño a los nervios.[2] El riesgo de efectos secundarios es mayor con dosis mayores y ciclos de tratamiento más prolongados.[3] No debe usarse en personas con miastenia gravis u otros trastornos neuromusculares.[3]

La treptomicina fue descubierta en 1944 por Selman A. Waksman y Albert Schatz en la Universidad de Rutgers. Fue el primer antibiótico eficaz contra Mycobacterium tuberculosis.[6][7] La treptomicina está en la Lista de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud.[8]