El fuerte olor de la orina de gato puede resultar desagradable para cualquier persona, pero no hay evidencia que sugiera que sea específicamente dañino para las mujeres embarazadas. La orina, en general, contiene amoníaco y otras sustancias químicas que pueden tener un olor irritante, pero estas sustancias químicas no suelen estar presentes en concentraciones lo suficientemente altas como para causar problemas de salud. Sin embargo, si le preocupa el olor de la orina de gato, lo mejor es evitar el contacto con ella en la medida de lo posible. También debes mantener la caja de arena de tu gato limpia y bien ventilada para minimizar el olor.