De hecho, los gatos pueden regurgitar bolas de pelo. Se acicalan mucho y, como resultado, ingieren una cierta cantidad de pelo suelto. Para excretar este pelo, los gatos a veces vomitan estas bolas de pelo. Las bolas de pelo suelen tener forma de tubo y están formadas por una masa de pelo. Aunque pueden resultar desagradables a la vista para los dueños de mascotas, por lo general no son motivo de preocupación.