¿Cómo puede una lesión causar enfermedad en una mascota?
Daño tisular:cuando se produce una lesión, daña los tejidos, incluida la piel, los músculos o los órganos internos. Este daño crea un punto de entrada para que bacterias y otros microorganismos invadan el cuerpo, aumentando el riesgo de infección.
Función inmune deteriorada:las lesiones también pueden alterar la función normal del sistema inmunológico. Un traumatismo grave puede provocar una afección conocida como inmunosupresión, en la que la capacidad del sistema inmunológico para combatir infecciones se ve comprometida, lo que hace que las mascotas sean más susceptibles a las enfermedades.
Complicaciones quirúrgicas:en los casos en que las lesiones requieren intervención quirúrgica, pueden surgir complicaciones durante o después del procedimiento quirúrgico. Estas complicaciones, como infecciones de heridas, complicaciones de la anestesia o traumatismos en el sitio quirúrgico, pueden contribuir al desarrollo de enfermedades o problemas de salud adicionales.
Movilidad limitada:las lesiones pueden provocar movilidad limitada o dolor, lo que puede impedir que las mascotas realicen sus actividades normales, incluido el ejercicio, el aseo y la alimentación. Esta movilidad reducida puede provocar una disminución de la función inmune y un mayor riesgo de enfermedades asociadas con la inactividad, como la obesidad y ciertas afecciones metabólicas.
Dolor crónico:las lesiones graves o no resueltas pueden causar dolor crónico, lo que puede provocar estrés y ansiedad en las mascotas. El dolor crónico puede contribuir a varios problemas de salud, incluida la falta de sueño, la disminución del apetito, la supresión inmune y la exacerbación de enfermedades existentes.
Atención veterinaria retrasada:en algunos casos, las lesiones pueden no notarse de inmediato o los dueños de mascotas pueden pasarlas por alto. Esto puede provocar retrasos en la búsqueda de atención veterinaria, permitiendo que cualquier daño o infección subyacente progrese y potencialmente se convierta en una enfermedad más grave.
Es fundamental abordar con prontitud las lesiones en las mascotas y controlar de cerca su condición. Los controles veterinarios periódicos y un tratamiento adecuado pueden ayudar a prevenir o detectar posibles enfermedades que puedan surgir como consecuencia de las lesiones.