¿Cómo el cáncer mata de hambre a los órganos?
Las células cancerosas requieren una gran cantidad de glucosa, aminoácidos y otros nutrientes para impulsar su rápido crecimiento. Pueden absorber estos nutrientes del torrente sanguíneo o producirlos ellos mismos descomponiendo proteínas y grasas.
Además de consumir recursos, las células cancerosas también pueden liberar sustancias que interfieren con la absorción y utilización de nutrientes por parte de las células sanas. Esto puede contribuir aún más a la desnutrición y al desarrollo de caquexia.
A medida que el cáncer progresa, la caquexia puede volverse más grave y eventualmente provocar insuficiencia orgánica y la muerte.
A continuación se muestran algunas formas en que el cáncer puede matar de hambre a los órganos y provocar insuficiencia orgánica:
• Compitiendo con células sanas por nutrientes . Las células cancerosas crecen y se dividen rápidamente, por lo que necesitan muchos nutrientes para hacerlo. Pueden quitar estos nutrientes de las células sanas, lo que puede provocar daños en los órganos. Por ejemplo, las células cancerosas pueden competir con el intestino delgado por la glucosa, que es necesaria para la producción de energía. Esto puede provocar niveles bajos de azúcar en sangre, lo que puede provocar síntomas como debilidad, fatiga y mareos.
• Aumentando la degradación de proteínas y grasas . Las células cancerosas pueden liberar sustancias que provocan la descomposición de proteínas y grasas. Esto puede liberar ácidos grasos libres en el torrente sanguíneo, lo que puede dañar el hígado y los riñones. También puede provocar la pérdida de masa muscular, lo que puede provocar debilidad y fatiga.
• Al bloquear la absorción de nutrientes . El cáncer puede dañar el revestimiento del tracto digestivo, lo que puede dificultar que el cuerpo absorba los nutrientes de los alimentos. Esto puede provocar desnutrición y una mayor pérdida de peso.
• Liberando sustancias nocivas . Las células cancerosas pueden liberar sustancias que pueden dañar los órganos. Puede dificultar su funcionamiento correcto y, en última instancia, provocar una insuficiencia orgánica.