¿Cómo suele empezar a desarrollarse el cáncer en el cuerpo?

El cáncer suele comenzar con mutaciones genéticas en una sola célula. Estas mutaciones pueden hacer que la célula crezca y se divida sin control, formando un tumor. Con el tiempo, el tumor puede crecer y extenderse a otras partes del cuerpo.

Se cree que la mayoría de los cánceres surgen de mutaciones somáticas, que son mutaciones que ocurren en células distintas de los óvulos y los espermatozoides. Las mutaciones somáticas pueden ser causadas por la exposición a factores ambientales, como la radiación ultravioleta del sol o ciertas sustancias químicas. También pueden ocurrir de forma espontánea, debido a errores en la replicación del ADN.

Las mutaciones genéticas que provocan cáncer suelen afectar a los genes que controlan el crecimiento y la división celular. Estos genes se denominan oncogenes y genes supresores de tumores.

Los oncogenes normalmente participan en la promoción del crecimiento y la división celular. Cuando mutan, pueden volverse constitutivamente activos, lo que significa que están constantemente encendidos, lo que lleva a un crecimiento celular descontrolado.

Los genes supresores de tumores, por otro lado, normalmente sirven para frenar el crecimiento y la división celular y para reparar el ADN dañado. Cuando mutan, pueden perder su capacidad de realizar estas funciones, lo que permite que las células crezcan y se dividan sin control.

En casos raros, algunos cánceres son el resultado de mutaciones de la línea germinal, que son mutaciones que ocurren en los espermatozoides o los óvulos. Estas mutaciones se heredan y están presentes en las células en las primeras etapas de desarrollo.