Si bien no existe una "cura" definitiva para el cáncer agresivo, se han logrado avances significativos en la mejora de los tratamientos, la prolongación de la vida y el control del cáncer. La eficacia de las estrategias de tratamiento para reducir la carga tumoral y lograr la remisión también depende en gran medida de las características específicas del cáncer, la salud del individuo y la respuesta a las terapias. Algunas intervenciones de tratamiento, como la cirugía, la quimioterapia, la inmunoterapia, la terapia dirigida y la radioterapia, pueden mejorar el pronóstico y ofrecer diversos niveles de control de la enfermedad en los cánceres agresivos. Es fundamental consultar con oncólogos médicos con experiencia en el manejo de neoplasias malignas desafiantes para crear un enfoque de tratamiento individualizado y sortear cualquier obstáculo del tratamiento, así como brindar manejo holístico de los síntomas, apoyo y cuidados paliativos a una persona que lucha contra enfermedades graves como el cáncer agresivo.