¿Puede una persona viva donar hígado?
El trasplante de hígado es un procedimiento complejo y delicado que requiere una evaluación y planificación cuidadosas. Los trasplantes de hígado de donante vivo solo se consideran cuando hay un donante adecuado que tiene una compatibilidad genética cercana con el receptor y cuando se han evaluado exhaustivamente los riesgos y beneficios del procedimiento. El donante debe gozar de buena salud y cumplir criterios específicos para garantizar su seguridad durante el proceso de donación.
El proceso real de donación de hígado implica varios pasos. El donante se somete a evaluaciones médicas integrales, que incluyen exámenes físicos, análisis de sangre y estudios de imágenes, para evaluar su salud general y su idoneidad para la donación. Si el donante cumple con todos los criterios necesarios, se someterá a una cirugía para extirpar una parte de su hígado. Esta cirugía generalmente implica un procedimiento quirúrgico laparoscópico o abierto y la realiza un equipo de cirujanos de trasplantes con experiencia.
Luego, el tejido hepático donado se trasplanta al cuerpo del receptor mediante otro procedimiento quirúrgico. El receptor se somete a una terapia inmunosupresora antes y después del trasplante para evitar que su organismo rechace el órgano donado. La estrecha vigilancia y seguimiento son fundamentales tanto para el donante como para el receptor para garantizar su bienestar y recuperación tras el trasplante.
El trasplante de hígado de donante vivo es un procedimiento médico extraordinario que puede brindar oportunidades para salvar o mejorar la vida de personas con insuficiencia hepática o enfermedad hepática grave. Es un testimonio de la generosidad y el altruismo de los donantes vivos que están dispuestos a compartir una parte de sí mismos para ayudar a otros necesitados.