¿Qué es la linfasemia?

Linfasemia se refiere a un exceso o presencia anormal de linfocitos en la sangre. Los linfocitos son un tipo de glóbulos blancos que desempeñan un papel vital en el sistema inmunológico. Normalmente, los linfocitos constituyen un pequeño porcentaje del recuento total de glóbulos blancos. Un aumento significativo en la cantidad de linfocitos en la sangre puede ser un signo de una afección médica subyacente.

Varias condiciones pueden causar linfasemia, que incluyen:

1. Leucemia linfocítica crónica (LLC): La CLL es un tipo de cáncer que comienza en la médula ósea y afecta la producción de linfocitos. Conduce a una sobreproducción de linfocitos anormales, lo que resulta en linfasemia.

2. Linfoma: El linfoma es un grupo de cánceres que se origina en el sistema linfático, que incluye los ganglios linfáticos, el bazo, el timo y la médula ósea. En ciertos tipos de linfoma, como la leucemia linfocítica crónica/linfoma linfocítico pequeño (CLL/SLL), la sobreproducción de linfocitos conduce a la linfasemia.

3. Infecciones virales: Algunas infecciones virales, como la mononucleosis infecciosa (infección por el virus de Epstein-Barr) y la infección por citomegalovirus (CMV), pueden causar linfasemia debido a la respuesta inmune del cuerpo al virus.

4. Posesplenectomía: El bazo desempeña un papel crucial en la eliminación de glóbulos rojos y linfocitos viejos o dañados. Después de la extirpación quirúrgica del bazo (esplenectomía), el cuerpo puede experimentar un aumento temporal de linfocitos en la sangre.

5. Trastornos autoinmunes: Ciertas enfermedades autoinmunes como el lupus y la artritis reumatoide pueden provocar una sobreproducción de linfocitos como parte de la desregulación inmunitaria.

6. Trastornos de la médula ósea: Los trastornos de la médula ósea, como la mielodisplasia, pueden afectar la producción de linfocitos y contribuir a la linfasemia.

7. Reacciones a los medicamentos: Algunos medicamentos o terapias a base de hierbas pueden inducir un aumento anormal en el recuento de linfocitos, lo que provoca linfasemia.

Es importante tener en cuenta que es posible que la linfasemia en sí misma no cause síntomas perceptibles. Los signos y síntomas generalmente dependen de la afección subyacente que está causando el aumento de linfocitos. Estos pueden incluir fatiga, debilidad, inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso, fiebre, sudores nocturnos e infecciones recurrentes.

Si tiene un aumento persistente en el recuento de linfocitos o experimenta síntomas relacionados, es esencial consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico y tratamiento adecuados de la causa subyacente.