El término médico que significa inflamación de cualquier vaso sanguíneo o linfático es vasculitis. La vasculitis puede afectar arterias, venas y capilares y puede causar una amplia gama de síntomas según el tamaño y la ubicación de los vasos afectados. Algunos síntomas comunes de vasculitis incluyen fiebre, fatiga, pérdida de peso, dolores musculares, dolor en las articulaciones, erupciones cutáneas y problemas neurológicos. La vasculitis puede ser una afección grave y puede provocar daño a los órganos e incluso la muerte si no se trata de inmediato.