¿Qué sucede cuando le extirpan el páncreas?
Problemas digestivos:
El páncreas desempeña un papel vital en la digestión al producir y liberar enzimas como la amilasa, la proteasa y la lipasa en el intestino delgado. Estas enzimas ayudan a descomponer los carbohidratos, las proteínas y las grasas de los alimentos que consumimos, lo que permite que el cuerpo absorba los nutrientes esenciales. Sin páncreas, el proceso digestivo se ve gravemente comprometido, lo que provoca malabsorción y desnutrición. Incluso con suplementos enzimáticos, la absorción de grasas puede verse afectada.
Diabetes:
El páncreas también produce y secreta hormonas cruciales, incluidas la insulina y el glucagón. La insulina ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre al facilitar la absorción de glucosa en las células para obtener energía. El glucagón contrarresta la insulina elevando los niveles de azúcar en sangre cuando es necesario. La extirpación del páncreas altera este delicado equilibrio, lo que a menudo resulta en diabetes mellitus, específicamente diabetes tipo 1 o pancreatogénica. Las personas deben controlar sus niveles de azúcar en sangre mediante terapia con insulina, modificaciones en la dieta y ejercicio regular para prevenir complicaciones graves.
Insuficiencia exocrina:
La función exocrina del páncreas implica la producción de enzimas que ayudan en la digestión. Cuando el páncreas está ausente, cesa la producción de esta enzima. Como resultado, las personas pueden experimentar síntomas como diarrea crónica, heces voluminosas y malolientes y malestar abdominal debido a partículas de alimentos no digeridas. La terapia de reemplazo enzimático puede ayudar a aliviar estos síntomas al proporcionar las enzimas necesarias para ayudar a la digestión.
Desnutrición:
La combinación de problemas digestivos y desequilibrios hormonales puede provocar desnutrición. A pesar de un consumo adecuado de alimentos, el cuerpo tiene dificultades para absorber los nutrientes adecuadamente, lo que provoca deficiencias de vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. Esto puede manifestarse como pérdida de peso, fatiga, debilidad muscular y otras complicaciones de salud.
Riesgo de infecciones:
La falta de enzimas digestivas puede hacer que las personas sean más susceptibles a las infecciones del tracto digestivo, ya que las partículas de alimentos no digeridas proporcionan un caldo de cultivo para bacterias dañinas. Los episodios frecuentes de diarrea contribuyen aún más a la deshidratación y los desequilibrios electrolíticos.
Preocupaciones de salud a largo plazo:
Extirpar el páncreas puede aumentar el riesgo de desarrollar ciertos problemas de salud con el tiempo. Por ejemplo, las personas pueden ser más propensas a sufrir enfermedades renales, osteoporosis, complicaciones cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer. El seguimiento médico periódico es esencial para detectar y gestionar eficazmente estas posibles complicaciones.
Vivir sin páncreas requiere cambios importantes en el estilo de vida y un tratamiento médico continuo para mantener una salud óptima. Son necesarias consultas periódicas con profesionales de la salud, incluidos gastroenterólogos, endocrinólogos y dietistas, para garantizar una nutrición adecuada, controlar los niveles de azúcar en sangre y prevenir complicaciones.