¿Cómo se trata el amianto?

No existe un tratamiento eficaz para las personas que ya han estado expuestas al amianto. Debido a que los síntomas pueden tardar mucho en aparecer después de la exposición, es importante que las personas que trabajan con asbesto o viven cerca de él o que han estado expuestas a él en el pasado se mantengan alerta y programen chequeos regulares.

Dependiendo de la naturaleza y gravedad del diagnóstico, las opciones de tratamiento para diversas afecciones relacionadas con el asbesto pueden incluir:

Asbestosis: Para los casos leves, controlar los síntomas y proteger los pulmones de daños mayores puede ser el objetivo principal del tratamiento. Esto puede implicar evitar o minimizar la exposición a posibles irritantes o alérgenos, mantenerse físicamente activo pero detenerse ante signos de dificultad para respirar, controlar un peso saludable y evitar fumar. En casos más avanzados, se puede recomendar oxigenoterapia, rehabilitación pulmonar y medicamentos para controlar cualquier complicación.

Cáncer de pulmón :El tratamiento del cáncer de pulmón causado por el amianto depende del estadio de la enfermedad, la salud general y las preferencias individuales. Las opciones de tratamiento pueden variar desde cirugía y radiación hasta quimioterapia y terapia dirigida, incluidos medicamentos e inmunoterapias dirigidas más nuevos.

Mesotelioma: No existe una cura definitiva para el mesotelioma. La piedra angular del tratamiento suele ser la extirpación quirúrgica de la mayor cantidad posible de tumor, cuando sea posible. La cirugía de mesotelioma puede implicar procedimientos extensos como la neumonectomía extrapleural, que extirpa una gran parte de la pared torácica y el pulmón afectado. Se pueden utilizar terapias adyuvantes como radiación, quimioterapia o fármacos de inmunoterapia más nuevos para controlar el crecimiento del tumor y aliviar los síntomas.

Problemas gastrointestinales :La exposición al asbesto también puede causar cánceres gastrointestinales como el de esófago, estómago o colorrectal. Las opciones de tratamiento para estas afecciones dependen de la ubicación, el estadio y las características específicas del cáncer y, por lo general, siguen pautas estándar que no están específicamente relacionadas con la exposición al asbesto. Pueden incluir cirugía, quimioterapia, radiación, terapia dirigida y cuidados de apoyo.