¿Por qué se utilizan hormonas para tratar el cáncer de tiroides?

Las hormonas no son el tratamiento de primera línea para el cáncer de tiroides. Sin embargo, podrían usarse como parte del tratamiento posoperatorio para ciertos tipos de cáncer de tiroides:

1. Terapia de reemplazo de hormona tiroidea:

Después de la tiroidectomía (extirpación quirúrgica de la glándula tiroides), los pacientes con cáncer de tiroides pueden necesitar una terapia de reemplazo de hormona tiroidea de por vida para mantener la función tiroidea normal. Esto ayuda al cuerpo a mantener una tasa metabólica normal, prevenir los síntomas del hipotiroidismo y suprimir la producción de hormona estimulante de la tiroides (TSH). La TSH puede estimular el crecimiento de cualquier célula cancerosa de tiroides restante.

2. Terapia supresora de la hormona tiroidea:

En ciertos casos en los que el cáncer de tiroides se ha diseminado a otras partes del cuerpo (enfermedad metastásica), se puede utilizar la terapia supresora de la hormona tiroidea. Esto implica administrar altas dosis de hormona tiroidea más allá de lo que el cuerpo necesita, cuyo objetivo es suprimir los niveles de TSH e inhibir el crecimiento de células cancerosas de tiroides.

3. Terapia con yodo radiactivo:

El yodo radiactivo (RAI), una forma de radioterapia, también puede considerarse un tratamiento hormonal en algunos casos. La glándula tiroides, incluidas las células cancerosas de tiroides, tiene afinidad por el yodo. La terapia RAI implica la administración de yodo radiactivo, que absorbe el tejido tiroideo. Posteriormente, la radiación destruye las células cancerosas de tiroides y minimiza el daño a los tejidos sanos.

El tratamiento hormonal para el cáncer de tiroides generalmente se combina con otras terapias, como la cirugía o la terapia con yodo radiactivo, y es supervisado de cerca por un endocrinólogo. Sin embargo, la terapia hormonal no se utiliza en todos los casos de cáncer de tiroides y depende de varios factores como el tipo y el estadio del cáncer.