Dietas para el TDAH:¿realmente funcionan para los niños?
Algunos estudios han encontrado que eliminar ciertos alimentos o aditivos alimentarios, como colorantes, sabores y conservantes artificiales, puede ayudar a reducir la hiperactividad y mejorar la concentración en niños con TDAH. Otros estudios han sugerido que aumentar la ingesta de ciertos nutrientes, como los ácidos grasos omega-3, también puede ser beneficioso.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no existe un enfoque único para el tratamiento del TDAH. Lo que funciona para un niño puede no funcionar para otro, y los cambios en la dieta no deben verse como un reemplazo de los tratamientos estándar para el TDAH, como los medicamentos y la terapia conductual.
Si está considerando cambiar la dieta de su hijo para ayudar a controlar el TDAH, es importante hablar primero con el médico de su hijo para analizar los posibles beneficios y riesgos y desarrollar un plan adecuado para su hijo. Algunos cambios dietéticos que se han estudiado para el TDAH incluyen:
- Dietas de eliminación :Estas dietas implican eliminar ciertos alimentos o grupos de alimentos de la dieta, como colorantes, sabores y conservantes artificiales, productos lácteos o gluten. La idea es que estos alimentos pueden estar contribuyendo a los síntomas del TDAH en algunos niños.
- Dieta Feingold :Esta dieta es un tipo específico de dieta de eliminación que elimina ciertos alimentos y aditivos que se cree que están relacionados con los síntomas del TDAH.
- Suplementación de ácidos grasos omega-3 :Los ácidos grasos omega-3 son nutrientes esenciales que son importantes para el desarrollo y la función del cerebro. Algunos estudios han encontrado que aumentar la ingesta de ácidos grasos omega-3 puede ayudar a mejorar los síntomas del TDAH.
- Suplementación con probióticos :Los probióticos son bacterias vivas que son beneficiosas para la salud intestinal. Algunos estudios han encontrado que la suplementación con probióticos puede ayudar a mejorar los síntomas del TDAH al reducir la inflamación en el intestino.
Es importante tener en cuenta que la mayoría de los estudios sobre las dietas para el TDAH han sido pequeños y de corta duración, por lo que se necesita más investigación para confirmar su eficacia. Además, los cambios en la dieta no deben verse como un sustituto de otros tratamientos estándar para el TDAH, como la medicación y la terapia conductual.