Si bien el TDAH puede asociarse con ciertos comportamientos que pueden aumentar el riesgo de agresión o conductas disruptivas, no causa violencia directamente. Es importante comprender los factores que contribuyen al comportamiento de un niño, como su entorno, su educación y sus habilidades de regulación emocional. El TDAH por sí solo no conduce a la violencia. Sin embargo, se sabe que los niños con TDAH pueden tener dificultades para controlar sus impulsos, lo que en ocasiones puede conducir a comportamientos agresivos. Es importante que los padres y educadores trabajen con niños con TDAH para desarrollar estrategias para controlar su impulsividad y su ira.