¿Alergia a la leche infantil, intolerancia a la lactosa o algo más?
1. Alergia a la leche infantil:
- Síntomas: Vómitos, diarrea, inquietud, llanto frecuente después de alimentarse, erupciones cutáneas, dificultad para respirar o cualquier otro signo de una reacción alérgica.
- Causas: Una respuesta inmune a las proteínas que se encuentran en la leche de vaca u otros tipos de leche (por ejemplo, soja). El cuerpo produce anticuerpos que reaccionan a estas proteínas y provocan una reacción alérgica.
- Diagnóstico: Un médico puede realizar varias pruebas, incluida una prueba cutánea, un análisis de sangre o una dieta de eliminación para confirmar la alergia.
2. Intolerancia a la lactosa:
- Síntomas: Hinchazón, gases, dolor abdominal, diarrea y heces acuosas que ocurren después de consumir leche o productos a base de leche.
- Causas: El cuerpo no produce suficiente enzima lactasa, que es responsable de descomponer la lactosa (un azúcar que se encuentra en la leche) en azúcares absorbibles.
- Diagnóstico: Un médico puede realizar una prueba de hidrógeno en el aliento, una prueba de tolerancia a la lactosa o una prueba de acidez de las heces para determinar la intolerancia a la lactosa.
3. Otras causas de malestar:
- Reflujo: Las regurgitaciones o vómitos frecuentes, la irritabilidad y el malestar después de alimentarse pueden ser signos de reflujo gastroesofágico (ERGE).
- Cólico: El llanto prolongado, especialmente por la noche, junto con los gases y la inquietud, pueden indicar cólicos.
- Estreñimiento: Las deposiciones poco frecuentes o las heces duras y secas pueden sugerir estreñimiento.
- Infecciones: Las infecciones gastrointestinales causadas por virus o bacterias pueden provocar síntomas similares a los de la alergia a la leche o la intolerancia a la lactosa.
Buscar asesoramiento médico:
Si su bebé experimenta alguno de los síntomas mencionados anteriormente, es fundamental que consulte a un profesional de la salud. Pueden realizar las pruebas necesarias, descartar cualquier condición médica subyacente y brindar el tratamiento adecuado o modificaciones dietéticas para garantizar el bienestar de su bebé.
Es importante recordar que el autodiagnóstico puede ser riesgoso. Si sospecha de una alergia o intolerancia, siempre es mejor buscar orientación médica profesional para garantizar la seguridad y el cuidado adecuado de su bebé.