¿Qué puede hacer el alcohol si lo bebes todos los días?
- Daño hepático: El consumo crónico de alcohol puede provocar daños hepáticos, desde hígado graso hasta hepatitis alcohólica y cirrosis. La cirrosis es una afección irreversible en la que el hígado queda cicatrizado y no funciona correctamente.
- Problemas cardiovasculares: El consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares como presión arterial alta, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
- Daño cerebral: El alcohol puede dañar el cerebro y afectar la función cognitiva, la memoria y la coordinación. El consumo prolongado de alcohol puede provocar daño cerebral y demencia relacionados con el alcohol.
- Problemas digestivos: El alcohol puede irritar el revestimiento del estómago y causar problemas digestivos, como gastritis, úlceras y mala absorción de nutrientes.
- Cáncer: El consumo excesivo de alcohol se asocia con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer, incluidos los de boca, garganta, esófago, hígado y mama.
- Aumento de peso: El alcohol contiene calorías vacías y beber en exceso puede contribuir al aumento de peso y la obesidad.
- Adicción: El alcohol es una sustancia con propiedades adictivas y su consumo diario puede provocar un trastorno por consumo de alcohol o alcoholismo.
- Problemas sociales y de comportamiento: El alcohol puede afectar el juicio y la toma de decisiones, y beber en exceso puede provocar problemas sociales e interpersonales, así como problemas legales y accidentes.
- Sistema inmunológico deteriorado: El alcohol puede debilitar el sistema inmunológico, haciendo que las personas sean más susceptibles a infecciones y enfermedades.
Es importante tener en cuenta que la cantidad de alcohol, el patrón de consumo y los factores individuales pueden influir en la gravedad y el riesgo de estos efectos. Si le preocupa su consumo de alcohol, es recomendable consultar con un profesional de la salud para obtener asesoramiento personalizado.