¿Pueden los niños con eczema nadar en piscinas con cloro?
Aquí hay una guía para ayudar a los niños con eccema a disfrutar de la natación en piscinas con cloro:
1. Hidratarse antes y después de nadar :Aplique una capa gruesa de crema hidratante sin fragancia sobre la piel del niño antes de entrar a la piscina. Vuelva a aplicarlo inmediatamente después de nadar para ayudar a retener la humedad y reducir la irritación.
2. Limitar el tiempo de natación :La exposición prolongada al agua clorada puede empeorar la sequedad de la piel. Limite el tiempo de natación a 15 o 20 minutos, especialmente en el caso de niños con eccema grave.
3. Enjuague bien :Después de nadar, enjuague bien la piel de su hijo con agua limpia y tibia para eliminar el cloro residual. Evite el uso de jabones o geles de ducha fuertes, ya que pueden resecar aún más la piel.
4. Aplicar una compresa fría :Si la piel del niño le pica o se irrita después de nadar, puede aplicar una compresa fría para calmar las zonas afectadas.
5. Evite el contacto directo con el cloro :Si es posible, evite áreas con altas concentraciones de cloro, como cerca de filtros de piscinas.
6. Considere un protector solar especial :Elija un protector solar resistente al agua y sin fragancia que sea adecuado para pieles sensibles. Aplique protector solar antes de nadar y vuelva a aplicarlo a lo largo del día según sea necesario.
7. Use ropa protectora :Para minimizar la exposición de la piel al cloro, considere usar un traje de baño con protección UV, una lycra o un traje de neopreno.
8. Manténgase hidratado :Anime a su hijo a beber mucha agua para mantener la hidratación, tanto antes como después de nadar.
9. Consulta a un dermatólogo :Si el eccema de su hijo es grave o si siente molestias importantes después de nadar, consulte a un dermatólogo para obtener asesoramiento personalizado. Pueden recomendar medidas adicionales para proteger la piel.
10. Exposición gradual :Comience con sesiones de natación más cortas y aumente gradualmente el tiempo a medida que la piel de su hijo se adapta al agua clorada.
Recuerde que la piel de cada niño puede responder de manera diferente a las piscinas con cloro. Si su hijo experimenta sequedad excesiva, enrojecimiento u otras reacciones adversas, es mejor evitar nadar en piscinas con cloro o discutir actividades acuáticas alternativas con un profesional de la salud.